miércoles, noviembre 08, 2006

Deje todo en orden antes de perder sus facultades

The Wall Street Journal

November 8, 2006 4:05 a.m.
Por Tom Lauricella

Tras décadas de trabajo arduo y ahorros, muchas personas piensan en los planes de jubilación como una forma de recompensa.

Por desgracia, es igual de importante estar listo para algo inevitable: nadie vive para siempre y a medida que envejecemos, aumentan los riesgos de que un día no podamos tomar nuestras propias decisiones médicas y financieras.

No es un tema agradable, pero es indispensable que, a medida que se acerca a la edad de jubilación, empiece a poner sus asuntos legales en orden. Si no es dueño de un inmueble y sus ahorros son limitados, no hay necesidad de grandes preparaciones. Pero en una era en la que los jubilados acumulan varias cuentas de retiro y en que los precios de los bienes raíces han subido considerablemente, los planes detallados sobre qué hacer con esos activos en caso de muerte se hacen más urgentes.

Aunque la tarea de realizar tantos trámites burocráticos parezca abrumadora, vale la pena. Al hacer estos trámites con anticipación, ahorrará a su familia y amigos una batalla emocional, reducirá el tiempo que perderán con abogados o en tribunales y protegerá los activos que tanto le costaron acumular.

Éstos son algunos pasos importantes que podría tomar en cuenta:

Escoger a un responsable
La planificación debe empezar por definir qué pasará en caso de que tenga una enfermedad que lo incapacite para tomar sus propias decisiones. "Uno necesita que alguien se responsabilice de pagar sus cuentas y manejar sus inversiones e inmuebles", dice Bernard Krooks, un abogado de Nueva York.

La solución es pasarle un poder a una persona cercana. Generalmente, el poder notarial se otorga a un cónyuge si está casado, pero es importante elegir un suplente (en caso de que ocurra, por ejemplo, un accidente en que la pareja esté junta).

También es común que se otorgue el poder a un profesional como un contador o un abogado. En ese caso, detalle anticipadamente qué servicios estarán cubiertos y a qué costo.

Documentos médicos
El próximo paso es definir las reglas sobre sus cuidados médicos. Haga un testamento en vida, un documento en el que detalla a qué tipos de tratamientos médicos está dispuesto a someterse —o no— en caso de incapacidad o enfermedad terminal.

Otra opción es dar un "poder para atención médica", que otorga a una persona el derecho de tomar en su nombre decisiones referentes a su salud. Es importante discutir sus deseos con los familiares o la persona elegida.

Testamento
Si ya tiene un testamento, actualícelo siempre que ocurra algún cambio importante en su vida. Por ejemplo, si su cónyuge ingresa a una casa de reposo, es ideal sacarlo del testamento como beneficiario directo para protegerse del riesgo de que el asilo reclame los derechos sobre la herencia.

Asegúrese de que sus familiares sepan dónde guarda su testamento y de que su abogado tenga una copia.

Revise sus beneficiarios
Un testamento no cubre todos sus activos. El dinero que está en cuentas de jubilación o en pólizas de seguro de vida irán a los beneficiarios que usted designó cuando abrió las cuentas o contrató el seguro.

Cuando inicie la planificación de sus finanzas para la jubilación, revise quiénes son sus beneficiarios en las cuentas de retiro y pólizas de seguro. Si no logra encontrar los documentos, llame a las compañías.

Si por alguna razón no existe un beneficiario designado, el activo pasa a ser considerado automáticamente parte del patrimonio. Es decir, que sus acreedores tendrán acceso al dinero antes que su familia, lo cual potencialmente es un problema si tiene cuentas médicas altas.

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