lunes, junio 12, 2006

THE WALL STREET JOURNAL

El poder 'verde' conquista a las juntas directivas

June 12, 2006 4:05 a.m.
Por Alan Murray

El documental del ex candidato presidencial de Estados Unidos Al Gore sobre el calentamiento global, An Inconvenient Truth (que podría traducirse como Una verdad inoportuna) presenta la nueva cara del movimiento ambientalista en ese país. Tras perder en las urnas, los "verdes" han dedicado sus esfuerzos a la acción privada, exhortando a los individuos y las compañías a que hagan su parte para resolver este problema.

Entre las empresas esta estrategia está produciendo resultados. Mientras que los pesos pesados de Washington van a paso lento en los debates sobre cambio climático, los líderes de las empresas más grandes del país están dando saltos sorprendentes, siguiendo el ejemplo de sus colegas en Europa. El ejemplo más reciente es Wal-Mart, que la semana pasada dijo que está considerando vender una mezcla pesada de etanol, conocido como E85, en las 385 estaciones de combustible que posee en EE.UU. Esto es importante, pero viene con una condición. La minorista planea tomar este paso sólo si concluye que puede ganar dinero en el proceso. Y por ahora, eso aún está por verse.

Parte de lo que sucede aquí es que una nueva generación de líderes corporativos (como Chad Holliday de DuPont, Jeff Immelt de General Electric y Lee Scott de Wal-Mart) sigue el ejemplo de John Browne, el presidente ejecutivo de la petrolera británica BP, y se está encargando personalmente de este tema en sus empresas. Puede que ellos estén de acuerdo con las políticas tributarias y regulatorias del presidente George W. Bush, pero en el tema del calentamiento global opinan que el mandatario está perdiendo el tren. También creen que el movimiento verde podría ser una buena oportunidad de negocios.

Otro llamado a la acción corporativa proviene de los grupos de accionistas activistas, que buscan transformar la sala de juntas en un foro para debates sobre políticas públicas. Por ejemplo, tras la salida de Hank Greenberg de la presidencia ejecutiva de la gigante de seguros American International Group (AIG), activistas en representación de los sindicatos y los fondos de pensiones públicos convencieron a la compañía para que creara un nuevo comité en la junta que trate temas como el cambio climático.

La semana pasada, Institutional Shareholder Services, que asesora a fondos de pensiones y otras instituciones de EE.UU. sobre cómo hacer uso de sus votos corporativos, presentó un webcast con un título que podría traducirse como "Gobierno corporativo y cambio climático: Haciendo la conexión". Éste destaca un informe de Ceres que ofrece un listado de 100 compañías clasificadas según cómo han respondido ante el calentamiento global. El informe le da a BP la calificación más alta, 90 puntos; DuPont recibió 85 y GE pasó con 58. Pero otras empresas, como ConAgra Foods y United Air Lines, obtuvieron menos de cinco puntos. Representantes de las tres compañías alegaron que el reporte pasó por alto muchas de las medidas sutiles que han tomado.

El peligro es que las juntas directivas se conviertan en sociedades de debate de los temas más divisorios de nuestros tiempos. Si van a hacer algo sobre el calentamiento global, ¿por qué no hablar también de la reforma a la salud? ¿O del matrimonio homosexual? De todas formas, éste es un tema urgente. Como lo dijo recientemente Hank Paulson, el presidente de Goldman Sachs que posiblemente asuma como nuevo secretario del tesoro de EE.UU.: "No nos queda mucho tiempo para lidiar con el cambio climático".

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