miércoles, mayo 17, 2006

THE WALL STREET JOURNAL

La familia es un negocio que se debe mantener a flote

May 17, 2006 4:05 a.m.
Por Jonathan Clements

Lo queramos o no, todos somos parte de un negocio familiar: nos preocupamos por el riesgo de que nuestros padres agoten sus ahorros de jubilación; nos reconforta la idea de que algún miembro de la familia nos rescatará si algún día tenemos problemas financieros; nos esforzamos para ayudar económicamente a nuestros hijos y nos gustaría dejarles por lo menos una parte de nuestros ahorros.

En otras palabras, nuestra familia es al mismo tiempo nuestro principal pasivo, activo y herencia. Creo que es hora de reforzar esta noción aplicando algunos de los principios que usamos para gestionar nuestras finanzas. Estas son algunas de las implicaciones:

Criando a los hijos

Si sus hijos resultaron ser que no pagan una cuenta, usted probablemente será el primero en salir al rescate. De hecho, los hijos se pueden convertir en su mayor pasivo. Si quiere evitar que se ahoguen en deudas de tarjetas de crédito e hipotecas y que le estén pidiendo dinero todo el tiempo, lo mejor es evitar que estos problemas ocurran, enseñándoles a manejar inteligentemente sus finanzas.

Mi consejo es hacerlos sentir que están gastando su propio dinero. Empiece con una mesada para golosinas cuando aún son chicos y para ropa cuando son adolescentes, siempre insistiendo en que no se salgan del presupuesto. De esta manera, en lugar de tener siempre que decir "no", ellos mismos aprenderán a controlar sus impulsos consumidores.

Preparando a los adultos

Después de que sus hijos ingresen a la fuerza laboral, necesita ayudarlos a iniciar el llamado "ciclo financiero virtuoso", donde constantemente construyen riqueza. Algunas señales clave de la virtud: ser dueños de su casa en vez de pagar alquiler, ser capaces de comprar sus propios autos, aportar el máximo permitido a sus fondos de jubilación anualmente y nunca acumular un saldo negativo en sus tarjetas de crédito.

Cuanto antes su hijo de veintipocos años inicie el ciclo virtuoso, más fácil será cumplir sus objetivos: esto reduce las probabilidades de que se convierta en una sangría financiera. Para ello, estimule a sus hijos no sólo con palabras, sino que también con su propio ejemplo.

Algunos incentivos pueden ayudar. Usted puede contribuir con la cuota inicial de la casa o con parte de los ahorros de jubilación. Incluso, puede prestarles el dinero para la compra de la primera casa o auto. Para garantizar que no habrá problemas con el pago del préstamo, considere preparar un contrato con la ayuda de un abogado que los haga sentirse obligados a cumplir su parte del acuerdo.

Cuidando a la primera generación

Además de los hijos adultos, los padres ya mayores pueden ser otra preocupación: uno teme que se gasten sus ahorros al tomar decisiones financieras equivocadas.

Hablar de finanzas con personas que aún nos ven como si fuéramos niños es delicado. Empiece preguntando qué puede hacer para ayudarlos a mantener su independencia. Eso es clave para muchas personas de la tercera edad. Después de conversarlo, puede descubrir formas de ayudarlos. Por ejemplo, muchas personas mayores extraen el dinero de sus fondos antes de realmente necesitarlos, porque piensan que esos ingresos les hacen falta. Pero, si están saludables, retrasar los beneficios generalmente es una buena estrategia, ya que pueden recibir un pago más alto más tarde. Resaltamos que ayudarlos económicamente ahora puede traer un beneficio adicional más tarde, en forma de una herencia más substancial.

Valores familiares

Al planear sus inversiones con la mira en sus hijos, no deje de pensar en el larguísimo plazo. Por ejemplo, puede que me falten unos 20 años para jubilarme, pero a mis hijos todavía les quedan 45 años. Supongamos que entre ahora y la jubilación, mis hijos y yo alcancemos retornos anuales del 4%. Con ese rendimiento, yo llegaría a mi jubilación con una ganancia acumulada de 119%, pero mis hijos acumularían un retorno de 484% al momento de jubilarse. No es que planee financiar su jubilación en vez de la mía, pero ayudarlos a empezar su vida de inversionistas lo antes posible parece una buena idea.

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