miércoles, noviembre 15, 2006

Préstamos pequeños, intenciones grandes

The Wall Street Journal

November 15, 2006 4:05 a.m.
Por Ron Lieber

Usted también puede generar un gran impacto con una pequeña cantidad de dinero.
Hace un mes, el banco Grameen y su fundador, Muhammad Yunus, ganaron el Premio Nobel de la Paz por su trabajo de otorgar préstamos pequeños a gente pobre con grandes sueños. Yunus, de Bangladesh, ayudó a popularizar el término "microfinanzas". Hoy, muchas organizaciones utilizan el término para describir diversos intentos de utilizar sumas minúsculas de dinero para obtener un provecho social.

En los últimos años, han surgido varios sitios Web dedicados a este ámbito. Estas páginas en Internet permiten dar o prestar cantidades pequeñas de dinero a otras personas, que publican en esos sitios sus necesidades de financiamiento. El grupo de inversión creado por el fundador de eBay, Pierre Omidyar, ha financiado muchos de estos servicios y utiliza con libertad el modelo de mercado abierto del popular sitio de subastas.

Existen tres maneras de participar en este ámbito de las microfinanzas: se puede dar dinero, prestarlo sin intereses o hacer préstamos con la esperanza de obtener ganancias. Sin embargo, todas estas opciones tienen algo en común: por lo general, usted puede decidir qué persona o grupo obtendrá su dinero. No es algo que quede en manos de un empleado de una organización sin fines de lucro localizada en algún lugar distante.

Por otro lado, si usted simplemente está interesado en hacer donaciones, existen varias opciones. En donorschoose.org, maestros de escuelas públicas de Estados Unidos publican la lista de materiales y suministros que necesitan y que no están cubiertos por los presupuestos de sus colegios. Tras recibir el dinero, muchas veces los niños del colegio envían al benefactor fotografías y notas de agradecimiento. Globalgiving.com trabaja de una forma semejante, pero financia pequeños proyectos de caridad en todo el mundo.

Modest Needs Foundation funciona de otra manera. Los individuos que necesitan ayuda por una sola vez pueden publicar una solicitud a la fundación para, por ejemplo, pagar una cuenta concreta.

Los donantes que entregan dinero a Modest Needs votan por las peticiones que les parecen más urgentes y después la fundación paga esas cuentas. En el caso de donantes estadounidenses, si éstos están dispuestos a renunciar a su reducción tributaria por la donación, podrán saltarse la votación y financiar directamente a una o varias personas.

El sitio kiva.org conecta a emprendedores pequeños de todo el mundo que buscan pequeños préstamos con donantes en EE.UU. Como donante, usted puede escoger uno o más emprendedores a quienes ayudar. Kiva toma ese dinero y lo canaliza a grupos locales que después distribuyen esos fondos entre los prestatarios. Los grupos locales también se encargan de cobrar los pagos del préstamo y, al finalizar el plazo del crédito, le envían el dinero de vuelta a través de Kiva. El donante no ganará ningún interés sobre el dinero prestado. La cesación de pagos es ciertamente una posibilidad, pero hasta ahora no ha ocurrido. A partir del próximo año, Kiva ofrecerá la opción de cargar intereses a los préstamos.

En algunos casos es posible ganar dinero con estos microfinanciamientos. En Prosper.com, quienes disponen de dinero para prestar pueden ver las solicitudes hechas por residentes de EE.UU. que necesitan dinero para, por ejemplo, pagar la universidad o consolidar una deuda. Los prestamistas reciben información básica sobre la deuda y el historial de crédito de los solicitantes y después proponen una tasa de interés por la que están dispuestos a financiar parte o la totalidad del préstamo.

Todos los sitios de Internet tienen filtros y salvaguardias ya que puede haber gente que quiera aprovechar estos sistemas para engañar o robar. Modest Needs verifica los detalles de las historias personales. Kiva revisa las bases de datos sobre terrorismo. Prosper verifica las identidades de los prestatarios y sus calificaciones crediticias. A pesar de todo, existen riesgos. "Pensamos que esta es una clase totalmente nueva de inversiones", dice Chris Larsen, de Prosper. "Son como bonos del pueblo".

Algunos casos resultarán en pérdidas, pero jugar a ser un microfinancista puede generar retornos reales o, a veces, simplemente el gran placer de financiar proyectos.

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