jueves, noviembre 02, 2006

Ford recurre a Volvo para impulsar su recuperación

The Wall Street Journal

November 2, 2006 4:05 a.m.
Por Stephen Power

GOTEMBURGO, Suecia — A medida que Ford Motor Co. busca una solución para sus problemas, ha recurrido a la ayuda de una marca que en los últimos meses se ha atascado en reversa: Volvo.

El fabricante sueco —conocido por sus innovaciones en seguridad y su clientela de buenos ingresos— suele tener el desempeño de ventas más confiable entre las marcas de lujo europeas que posee Ford, entre las que se encuentran Jaguar, Land Rover y Aston Martin. Pero en los últimos meses, Volvo se ha vuelto parte de los problemas de la automotriz estadounidense.

Los resultados de Volvo se han visto afectados por una línea de modelos envejecidos, los altos precios del combustible y la debilidad del dólar, lo que reduce las ganancias de las exportaciones fuera de Europa. Estos problemas contribuyeron a que Ford anunciara sorpresivamente en agosto que su división de autos de lujo en Europa no sería rentable este año. En comparación al mismo período del año anterior, las ventas de Volvo cayeron 6,7% entre enero y agosto.

Recuperar la marca sueca es importante para reactivar a la propia Ford, cuya participación de mercado en Estados Unidos se está reduciendo debido a su dependencia de las camionetas y los todoterrenos.

Ford ha dicho que considera vender su marca Aston Martin. Jaguar y Land Rover venden muchos menos vehículos que Volvo y, en general, aportan menos ganancias para Ford que las marcas de lujo Lexus y Mercedes-Benz producen para Toyota Motor Corp. y DaimlerChrysler AG, respectivamente.

Para recuperarse, a lo largo de los próximos cuatro años, Volvo introducirá siete modelos nuevos o versiones renovadas de vehículos existentes. Será la actividad de lanzamiento más febril en sus 80 años de historia.

"La mejor contribución, tanto para nosotros como para Ford, es convertir esta marca en un éxito", afirma Fredrik Arp, presidente ejecutivo de Volvo, en una entrevista. "Hemos asumido el compromiso de entregar retornos sobre la inversión a nuestra compañía controladora".

Arp apuesta a que los nuevos modelos ayudarán a que la marca llegue a nuevos consumidores. Entre los nuevos modelos se encuentra el C30, un compacto de dos puertas que se enfoca a los jóvenes urbanos que han hecho del Mini, de BMW AG, un gran éxito. El año entrante también lanzará una versión más deportiva del S80, su sedán insignia. La idea es competir con la Serie 5 de BMW en desempeño, pero conservar las nociones suecas de seguridad y diseño.

Últimamente, Volvo incluso ha tenido problemas para distinguirse por su fortaleza tradicional: la seguridad. Las características que antes sólo se encontraban en autos de lujo, como las bolsas de aire laterales, se han extendido por toda la industria. Además, rivales concentrados en el mercado masivo, como Honda Motor Co. y Volkswagen AG, han publicitado agresivamente sus propias innovaciones en estas áreas. La gerencia sueca de Volvo, en cambio, ha sido reacia a hacer lo mismo. "Somos gente muy modesta. No somos buenos a la hora de presumir", asegura Thomas Broberg, asesor técnico del centro de seguridad que Volvo tiene en Gotemburgo.

Existe el riesgo de que, si Arp no logra cambiar la suerte de Volvo, la compañía se convierta en una ficha de negociación que ayude a Ford a deshacerse de una de sus otras marcas europeas. Sin embargo, ese escenario parece poco probable de momento.

En junio, Ford y Volvo anunciaron planes para construir una nueva planta de US$1.400 millones en Gotemburgo. Este centro desarrollará autos híbridos.

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