jueves, septiembre 14, 2006

Renuncia la presidenta de la junta de H-P por espionaje a directores y periodistas

The Wall Street Journal
September 13, 2006 4:05 a.m.
Por Peter Waldman y Joann S. Lublin

Después de una maratónica reunión de su fracturada junta directiva, Hewlett-Packard Co. eligió ayer a Mark Hurd como sustituto de la atribulada presidenta de su junta. La medida, sin embargo, cuyo objetivo es contener el creciente escándalo que rodea al directorio, aún deja muchas preguntas por resolver.

Hurd reemplazará a Patricia Dunn, presidenta de la junta de la compañía, a mediados de enero de 2007. Los esfuerzos de Dunn para atrapar a quienes filtraban información de la sala de juntas, el año pasado, llevaron a la compañía a contratar a una empresa que examinó los historiales de llamadas telefónicas privadas de los propios directores de H-P y de nueve periodistas.

H-P ha dicho que dichos registros se obtuvieron inadecuadamente por estos investigadores independientes, quienes, fingiendo ser los directores y periodistas afectados, llamaron a compañías telefónicas para obtener datos como los números de los celulares. Hurd y Dunn se disculparon ayer por la indiscreción de la compañía, pero Dunn repitió que las filtraciones habían sido un gran problema para H-P.

Además, H-P dijo que George Keyworth II, ex asesor científico de la Casa Blanca y el miembro más antiguo de la junta, renunció a su cargo. Keyworth fue identificado en la pesquisa de Dunn como una de las personas que filtraron información a la prensa, aunque la compañía dijo ayer que Keyworth continúa siendo "un miembro importante de la familia H-P" y que muchas veces tenía contactos con reporteros a solicitud de la propia Hewlett-Packard.

Los cambios y las disculpas de la junta directiva son la consecuencia de largas y complejas negociaciones entre varios abogados de H-P, Dunn, Keyworth y otros, según personas familiarizadas con el asunto. Aún así, los anuncios de ayer dejan sin respuesta la mayoría de las preguntas sobre la polémica de la indiscreción.

Entre las preguntas que H-P no ha resuelto: ¿quién sabía dentro de la compañía que se estaban examinando los historiales telefónicos personales? ¿Cuándo lo supieron? ¿Qué investigadores privados se hicieron pasar por los directores y periodistas? ¿Por qué Hurd, quien recibió los resultados de la investigación dos meses antes de que se presentaran a la junta directiva en mayo, no canceló la pesquisa antes de que estallara?

Por un lado, al dejar estas preguntas sin contestar, las medidas tomadas por H-P parecen eludir las reglas típicas de la gestión de crisis, que aconsejan resolver cuanto sea posible tan rápido como sea posible para dejar atrás la crisis.

Algunos inversionistas reaccionaron con comprensión hacia H-P, sosteniendo que las filtraciones de la junta directiva eran un asunto serio al que había que poner fin. "Información muy confidencial se había hecho pública, tenían que parar eso", dijo Sunil Reddy, gestor de portafolio de Fifth Third Asset Management, que tiene acciones de H-P.

Inversionistas despreocupados

Sin disculpar algunas de las prácticas de la compañía, Reddy dijo que hay más inversionistas a quienes les preocupa el fuerte desempeño de la compañía, el cual no prevé que decaiga a pesar de las investigaciones. "De una manera extraña, esto consolida el poder en Mark Hurd", agregó.

El cambio de la junta también deja por contestar cuál es la responsabilidad de H-P y de los miembros de su junta directiva en las posibles investigaciones civiles y criminales. Una portavoz del FBI aseveró ayer que una investigación iniciada por el organismo aún no ha determinado si se había producido una violación de la ley federal en el caso H-P. Si el FBI encuentra pruebas de delito, el caso se remitirá a la oficina del fiscal de EE.UU. para el distrito norte de California, dijo LaRae Quy, agente especial de la oficina del FBI en San Francisco, la cual está llevando a cabo la investigación.

Quy dijo que H-P está colaborando con la investigación y que la pesquisa se centra en la manera en la que se obtuvo la información confidencial y no en la propia H-P. El FBI normalmente no confirma ni niega las investigaciones, agregó Quy.


ACTUALIZACIÓN /14 Sept. 2006 /
Hewlett-Packard y varios de sus funcionarios podrían enfrentar la próxima semana cargos formales por parte de la fiscalía general de California, acusados de usar tácticas ilícitas para espiar a miembros de su junta directiva, según informó un vocero judicial. No se reveló quiénes enfrentarán los cargos.

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