lunes, abril 24, 2006

THE WALL STREET JOURNAL

Defensores y críticos de la aspirina ocultan lazos con las farmacéuticas

April 24, 2006 4:05 a.m.
Por David Armstrong

En los últimos cuatro años, las publicaciones médicas han hablado muchas veces de la "resistencia a la aspirina", sugiriendo que millones de personas que toman una aspirina al día para prevenir ataques al corazón están perdiendo el tiempo. Si eso es cierto, se podrían necesitar ambiciosas pruebas para detectar la enfermedad y los médicos podrían tener que recomendar sustitutos a la aspirina que cuestan US$4 al día.

Pero los informes y las opiniones sobre el tema a menudo no aclaran que muchos que ponen en duda la resistencia a la aspirina tienen vínculos financieros con los fabricantes de medicamentos que podrían beneficiarse si se aceptara la idea.

En julio pasado, Daniel Simon, profesor adjunto de la escuela de medicina de la Universidad de Harvard, advirtió que la resistencia a la aspirina podría afectar a hasta un 30% de los 25 millones de estadounidenses que toman aspirina para el corazón. Simon escribió en Physician's Weekly, una revista especializada, que estas personas corren más riesgo de sufrir ataques al corazón y derrames cerebrales, y que podrían necesitar otros anticoagulantes.

El artículo no mencionó que Simon recibe fondos para investigación de Accumetrics Inc., una compañía que produce una prueba para medir la resistencia a la aspirina, y de la farmacéutica Schering-Plough Corp., la cual vende un medicamento que se está probando como posible sustituto para los pacientes considerados resistentes a la aspirina. Simon también ha trabajado como consultor y conferenciante para Schering-Plough. Keith D'Oria, director de Physician's Weekly, dice que conocía los vínculos de Simon, pero que no los reveló porque admite que, en parte, "recibimos buena parte de nuestro financiamiento" de los grupos farmacéuticos.

La resistencia a la aspirina es un buen ejemplo de cómo los investigadores académicos con un interés financiero pueden influir en el cuidado médico que reciben millones de personas. El temor a la resistencia a la aspirina ha impulsado las ventas de la pastilla anticoagulante Plavix, el segundo medicamento de mayor venta del mundo después de Lipitor, una droga contra el colesterol. Incluso algunos médicos que intentan desacreditar la resistencia a la aspirina tienen vínculos financieros con la fabricante de aspirina Bayer AG.

"Existe una cuestión real sobre de quién obtener una opinión objetiva en medicina", dice John Eikelboom, hematólogo de la Universidad McMaster en Ontario, quien ha asesorado a un fabricante de aspirinas y a un fabricante de un anticoagulante alternativo. "Es un problema espantoso. Intento ser honesto conmigo mismo, pero no puedo fingir que siempre seré tan honesto como sea necesario".

Simon, el profesor de Harvard, dice que es un error descartar las opiniones de aquellos con conflictos de interés, porque es la industria la que está impulsando los avances médicos. Muchos investigadores sin estos conflictos "no son realmente expertos", asevera.

La aspirina, cuyo costo por pastilla es mínimo, inhibe el desarrollo de plaquetas, los fragmentos pegajosos en la sangre que se juntan para formar coágulos y pueden bloquear arterias, causando ataques cardíacos y apoplejías. La Asociación Cardiológica de EE.UU. recomienda que quienes han sufrido un ataque cardíaco o una apoplejía tomen una aspirina al día, basada en estudios que muestran que esto puede reducir los ataques en cerca de un 25%.

Por otra parte, está ampliamente aceptado que la aspirina pierde su efecto anticoagulante en al menos un pequeño número de pacientes. Pero algunas preguntas críticas siguen sin resolverse, incluyendo cuántos pacientes de este tipo existen y qué tan alto es su riesgo cardiovascular. Quizás más importante es que los estudios no han mostrado si hay algún medicamento o tratamiento que ayude a las personas resistentes a la aspirina.

El cardiólogo Roger Acheatel, de California, comenzó a hacerles pruebas a sus pacientes que tomaban aspirina, tras leer sobre el tema en una publicación médica. Acheatel, que gana ocho dólares con cada test, a menudo receta Plavix, vendido por Bristol-Myers Squibb Co. y Sanofi-Aventis SA, para pacientes resistentes a la aspirina. "¿Por qué negarle el tratamiento a la gente?", pregunta, agregando que los pacientes a los que no se les hace una prueba de resistencia a la aspirina están "quedándose atrás".

Un vocero de Bristol-Myers dijo que la empresa no busca disminuir el uso de la aspirina y que ello no constituiría "ninguna ventaja", puesto que Plavix se toma habitualmente junto con la aspirina. Los médicos a menudo recetan a los pacientes con stent coronarios que tomen aspirina y Plavix.

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