viernes, marzo 24, 2006

THE WALL STREET JOURNAL

Europa 'sufre' una fiebre de adquisiciones hostiles

March 24, 2006 4:05 a.m.
Por Jason SingerThe Wall Street Journal

LONDRES — En medio del mayor auge en seis años en la actividad de fusiones y adquisiciones, Europa está experimentando un surgimiento de grandes ofertas hostiles que reflejan la nueva disposición de las compañías de transformar el continente en un solo mercado, sin importar los obstáculos que tradicionalmente habían dificultado los acuerdos transnacionales.

En lo que va de año, y sin contar la oferta anunciada ayer por la farmacéutica alemana Bayer AG de adquirir a su compatriota Schering AG, se han presentado en Europa US$195.000 millones en ofertas que no habían sido solicitadas o que fueron rechazadas por la junta de la empresa receptora.

La cifra es varias veces superior a los sólo US$12.000 millones registrados en Estados Unidos y los US$95.000 millones que hubo en Europa durante todo el año pasado, según Thomson Financial. Más de 54% de los acuerdos anunciados este año en Europa son avances no consultados, incluyendo seis de las diez ofertas más grandes.

"Parece que las compañías creen que pueden derribar las barreras que antes les impedían lanzarse a blancos europeos considerados 'intocables'", afirma James Neissa, presidente de fusiones y adquisiciones globales de UBS AG. "Actualmente hay mucho dinero disponible y mucha ambición en las juntas directivas".

El monto de las ofertas hostiles europeas podría aumentar en las próximas semanas a más de US$250.000 millones. Según fuentes cercanas, la eléctrica italiana Enel SpA prepara una potencial oferta de US$60.400 millones por la empresa francesa de servicios públicos Suez SA. Se espera que la compañía italiana decida en los próximos días si sigue adelante con la oferta. El presidente ejecutivo de Enel, Fulvio Conti, no quiso hacer comentarios sobre la posible oferta por Suez, pero dijo que la empresa está ansiosa por expandirse.

"A nuestro juicio, la manera en la que se desarrollan los mercados europeos no es como mercados de países individuales, sino como regiones más amplias", dijo. "Para nosotros es importante expandir nuestra estrategia europea a esos mercados". Conti agregó que Europa tiene que librarse de la interferencia política que impide los acuerdos transnacionales, lo que posiblemente constituía el elemento disuasorio más importante en otras épocas. "Está claro que tenemos que abolir estas barreras para dejar que el mercado crezca en Europa".

Desde 2002, Europa ha visto más acuerdos hostiles que EE.UU., tanto en términos de valor total como del porcentaje de todas las adquisiciones. Los banqueros dicen que la razón detrás de estas cifras es que Europa se está poniendo al día. Por muchos años, la región casi no tuvo adquisiciones hostiles, mientras que EE.UU ha visto varias olas de adquisiciones no solicitadas a lo largo de las décadas pasadas.

Los gobiernos y reguladores europeos han detenido fácilmente los acuerdos que sienten que amenazan sus intereses nacionales, pese a que las reglas de la Unión Europea supuestamente garantizan un mercado libre y justo entre los 25 miembros del bloque.

Por eso, algunas empresas europeas se están quedando detrás de sus rivales globales en términos de activos y alcance geográfico, y sienten una gran presión por alcanzar grandes acuerdos que recorten esa brecha. "Hace tiempo que logramos una Europa unida en el acero, pero por lo general estamos atrasados cuando se trata de la consolidación de industrias", dice Guy Dollé, presidente ejecutivo de la siderúrgica luxemburguesa Arcelor SA, que está tratando de rechazar una oferta hostil por US$24.000 millones de la holandesa Mittal Steel Co.

En muchos casos, los postores ni siquiera se molestan en iniciar conversaciones amistosas antes de lanzar una oferta. Cuando la española Gas Natural SA anunció su propuesta hostil de US$27.000 por Endesa, también de España, en septiembre pasado, ambas compañías reconocieron que no habían conversado y que no habría valido la pena debido a que la oposición a la fusión era obvia, dijeron los ejecutivos en ese momento.

El ritmo actual de acuerdos hostiles no ha sido igualado desde el último frenesí de adquisiciones en 2000 y, esta vez, los banqueros dicen que la gama de industrias involucradas en adquisiciones hostiles es mucho mayor. La última vez, los acuerdos no solicitados tendían a darse en las industrias de telecomunicaciones, tecnología y otras que crecían rápidamente y donde los precios al alza de las acciones eran un atractivo modo de pago para concretar las adquisiciones.

Cerca de 80% de éstas eran en acciones y 20% en efectivo, dicen los banqueros. Ahora, ha habido ofertas hostiles en una variedad de industrias y cerca de 80% de ellas han sido en efectivo y 20% en acciones.

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