jueves, diciembre 15, 2005

RADIO UNIVERSIDAD DE CHILE

Responsabilidad Social Empresarial
por Sohad Houssein.

Periodista del Foro Ciudadano
Publicado el 15-12-2005 8:49:13

Desde fines de los ’90 las empresas se dieron cuenta que para evitar conflictos y mejorar su gestión, debían dialogar con la comunidad y respetar el medio ambiente: la llamada Responsabilidad Social Empresarial (RSE), un concepto que convoca seminarios, ONGs, grupos empresariales y llena páginas en informes y medios de comunicación.

Hasta hace algunos años la idea de empresa se asociaba únicamente a la producción y rentabilidad. Su rol se acotaba a la obtención de recursos y su relación con la sociedad a la oferta de productos y empleos. No obstante, las grandes distancias y conflictos que se producían entre las empresas y la comunidad motivaron el surgimiento de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), un concepto cada vez más nombrado, estudiado y, en menor medida, aplicado por el sector empresarial, que tiene que ver con las relaciones que establece la empresa con la sociedad y el medio ambiente en el que está inserta.

“La Responsabilidad Social es un término que se empezó a acuñar a finales de los ’90 y que ha ido evolucionando. Al principio se pensó que era hacer las cosas como antes, pero con donaciones a la comunidad, de tal manera que la empresa fuera recibida como buen vecino. Sin embargo, al poco andar las empresas se dieron cuanta de que no era suficiente hacer donaciones si es que ellos seguían impactando el medioambiente o la calidad de vida de las comunidades”, explica Ximena Abogabir, presidenta de la Fundación Casa de la Paz.

Abogabir señala que con la experiencia “se dieron cuenta de que Responsabilidad Social tiene que ser concebida como una herramienta de control de riesgo, en el sentido de hacer las cosas que tienen que ver con su negocio pero, hacerlas responsable ambiental y socialmente. Para eso era fundamental dialogar con los actores involucrados, en este dialogar ellos podían enterarse y, por lo tanto, anticiparse a conflictos y manejarlos adecuadamente”.

Fue así como el concepto de RSE dio pie para seminarios – sólo durante el 2005 se realizaron más de veinte en Chile-, Organizaciones No Gubernamentales dedicadas al tema, grupos de empresarios que se juntan a discutir estos planteamientos y otras medidas más concretas como Informes de Sustentabilidad de las empresas donde se transparentan todas las gestiones de la compañía: lo bueno, lo malo y lo mejorable.

De igual forma, la RSE ha logrado penetrar en los inversionistas que vieron en este concepto una herramienta para asegurar la sustentabilidad de sus inversiones a futuro ya que, si una empresa es transparente en su gestión y responsable medio ambiental y socialmente, es probable que no tenga mayores conflictos. En ese sentido, un grupo de bancos crearon los llamados Principios de Ecuador, donde se comprometen a financiar sólo proyectos que contemplen la RSE.

Desde el punto de vista internacional, los estándares comerciales que se imponen en los mercados mundiales en materias de calidad, producción, medio ambiente y otros, conocidos como ISO, se están ampliando hacia la Responsabilidad Social Empresarial, la futura ISO 26.000.

Sin embargo, gran parte de los seminarios en la materia se titulan “del dicho al hecho”, “de la teoría a la práctica” o llevan nombres que hacen deducir que se este concepto genera “mucho ruido y pocas nueces”. Hugo Vergara, director ejecutivo de Forum Empresas, una red americana de organizaciones empresariales de responsabilidad social, asegura que “aunque se ha desarrollado la RSE en Chile, si hay 600.000 empresas, habrán participando, como mucho, 300 ó 400 en este tema”.

“Hemos llegado a un momento crítico de la RSE”, manifiesta Gilberto Ortiz, coordinador de la Red Puentes en Chile, una agrupación de ocho ONGs y una organización de consumidores (Odecu), que es parte de una red integrada por ocho países de Europa y América Latina.
“Ya hemos hablado demasiado sobre RSE y es el momento de ver si efectivamente las empresas están implementando un modo de gestión de RSE. Evidentemente que de tres años atrás a lo que hay ahora hay 500% más pero, si esto se va a transformar en un nuevo modo de gestión de las empresas como una política corporativa extendida, depende de que las empresas más innovadoras lo implementen, lo hagan efectivo y lo separen del marketing”, asevera Ortiz.

El coordinador de Red Puentes agrega que además del rol que puedan tener las propias empresas en la RSE, la ciudadanía juega un papel fundamental.
“Este es un instrumento muy poderoso si la ciudadanía empieza a premiar o castigar empresas porque tienen buenas condiciones laborales, buena calidad de los productos y buenas condiciones ambientales”, dice.

En este sentido, la presidenta de la Casa de la paz señala que es fundamental la comunicación de las empresas para informar a la sociedad civil sobre las medidas en responsabilidad social que se toman y así premiarlas con la preferencia en el mercado pero, “debe haber una proporcionalidad entre hacer mucho y comunicar mucho”, comenta.

“La empresa tiene que tener límites y condiciones para operar y eso lo hace la sociedad toda y, si asume este concepto, obviamente incide”, declara Gilberto Ortiz y concluye: “La acción de las empresas afecta profundamente a la sociedad civil, por la calidad del producto, por el impacto ambiental, por los casos de corrupción, por la evasión tributaria, por miles de formas. La empresa no es privada, todo lo que hace la empresa tiene repercusión pública”.

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