jueves, octubre 27, 2005

Indice de Percepción de la Corrupción de Transparency International 2005

Según el Indice de Percepción de la Corrupción 2005, la corrupción sigue alarmante en 70 países. Muchos países enfrentan grandes obstáculos para superar la pobreza

Londres/Berlín, 18 de octubre de 2005

Más de dos tercios de las 159 naciones sondeadas a través del Indice de Percepción de la Corrupción de Transparency International 2005 (IPC) obtuvieron una puntuación de menos de 5 sobre una puntuación ideal de 10, lo que indica altos niveles de corrupción en la mayoría de los países encuestados. La corrupción continúa amenazando el desarrollo El Indice 2005 es testigo de la doble carga de los países menos desarrollados del mundo, la pobreza y la corrupción.

“La corrupción es una de las mayores causas de la pobreza, a la vez que representa una barrera para combatirla,” según el Presidente de Transparency International, Peter Eigen. “Ambos flagelos se alimentan mutuamente, atrapando a las poblaciones en el círculo vicioso de la miseria.

La corrupción debe ser abordada con fuerza si se busca que la ayuda al desarrollo tenga resultados para liberar a los pueblos de la pobreza.” A pesar de avances en muchos frentes, incluyendo la inminente entrada en vigor de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, setenta países – casi la mitad de aquellos incluidos en el Indice – obtuvieron una puntuación de menos de 3 en el IPC, lo que confirma graves problemas de corrupción. Entre los países incluidos en el Indice, la corrupción se percibe como más grave en Chad, Bangladesh, Turkmenistán, Myanmar y Haití –también considerados entre los países más pobres del mundo.

El mundo se ha puesto como objetivo reducir la pobreza extrema a la mitad para el año 2015. La corrupción obstaculiza el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio al socavar el crecimiento económico y el desarrollo sustentable que liberaría a millones de personas de la pobreza. La lucha contra la corrupción debe ser parte integral de los planes destinados a aumentar los recursos para lograr estos objetivos, ya sea a través de la cooperación internacional o bien, de acciones domésticas en los países.

Además, un gran número de estudios muestra que la inversión extranjera es menor en los países percibidos como más corruptos, lo que reduce aún más las oportunidades de prosperar. Cuando los países mejoran su gobernabilidad y reducen la corrupción, consiguen un “dividendo del desarrollo” que, según el Instituto del Banco Mundial, incluye la posibilidad de mejorar los índices de mortalidad infantil, los ingresos per cápita, y el nivel de alfabetización. Diecinueve de los países más pobres del mundo recibieron la condonación de su deuda bajo la iniciativa de los Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC), como muestra de sus logros de reforma económica.

Sin embargo, ninguno de estos países logró una puntuación de más de 4 en el IPC, lo que indica problemas de corrupción que van de serios a severos. Estos países aún enfrentan el grave riesgo de que los recursos liberados de los pagos de la deuda y que ahora se sumarían a los presupuestos nacionales sean mal utilizados, ya sea por codicia, malversación o mala gestión. El compromiso y los recursos utilizados para calificar como HIPC también deberían ser invertidos para ganar la lucha contra la corrupción.

Es necesario erradicar la corrupción e implementar reformas lideradas por los países recipientes para que la ayuda financiera resulte más efectiva, y lograr los objetivos de desarrollo económico y humanos que fueron establecidos por la comunidad internacional.“La corrupción no es un desastre natural: es el robo frío y calculado de las oportunidades de los hombres, mujeres, y niños menos capaces de protegerse a sí mismos,” dice David Nussbaum, Director Ejecutivo de TI. ”Los líderes deben ir más allá de las palabras y cumplir con sus promesas de cooperar con el compromiso y los recursos necesarios para mejorar la gobernabilidad, transparencia y rendición de cuentas.”

Los avances en la lucha contra la corrupciónSe evidencia un aumento de la percepción de la corrupción desde 2004 a 2005 en países como Costa Rica, Gabón, Nepal, Papua Nueva Guinea, Rusia, Seychelles, Sri Lanka, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay. Por otro lado, un número de países y territorios muestran mejoras a resaltar – una baja en la percepción de la corrupción – en el último año, incluyendo a Estonia, Francia, Hong Kong, Japón, Jordania, Kazajstán, Nigeria, Qatar, Taiwán y Turquía.

La reciente ratificación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción establece un marco legal global para el progreso sustentable contra la corrupción. La Convención, que entrará en vigor en diciembre de 2005, acelerará la recuperación de fondos robados, forzará a los centros bancarios a tomar medidas contra el lavado de dinero, permitirá a las naciones perseguir a las compañías extranjeras y a individuos que hayan cometido actos de corrupción en su territorio, y prohibirá los sobornos a funcionarios públicos extranjeros.

Los países de menores ingresos que adopten e implementen la Convención tendrán una oportunidad para atraer a la inversión extranjera y generar crecimiento económico.La riqueza no determina el avance en la lucha contra la corrupciónLa riqueza no es un pre-requisito para el control exitoso de la corrupción. Un nuevo análisis a largo plazo del IPC, llevado a cabo por el Prof. Dr. Johann Graf Lambsdorff muestra que la percepción de la corrupción ha decrecido significativamente en países de bajos ingresos tales como Estonia, Colombia y Bulgaria en la última década.

Sin embargo, en el caso de países de mayores ingresos, tales como Canadá, e Irlanda se ha registrado un marcado aumento en la percepción de la corrupción en los últimos diez años, lo que demuestra que incluso los países ricos, con una alta puntuación, deben seguir trabajando para mantener el clima de integridad. De manera similar, la responsabilidad de la lucha contra la corrupción no recae solamente en los países de bajos ingresos. Los países más ricos, además de enfrentar numerosos casos de corrupción dentro de sus propias fronteras, deben compartir la responsabilidad asegurando que sus empresas no se vean involucradas en prácticas corruptas en el extranjero.

Los infractores deben ser procesados e impedidos de participar en licitaciones públicas. La oportunidad para asegurar el avance sustentable también recae en manos de la Organización Mundial del Comercio, que necesita promover activamente la transparencia y la lucha contra la corrupción en el comercio mundial.

La lección es clara: los factores de riesgo como el secretismo de los gobiernos, la influencia inadecuada de los grupos de elite y el financiamiento político distorsionado, tienen lugar tanto en los países ricos como en los pobres, y ningún país rico permanece inmune al flagelo de la corrupción.

Transparency International recomienda las siguientes acciones: Para los países de bajos ingresos
- Aumentar los recursos y la voluntad política dedicada a los esfuerzos anticorrupción.
- Permitir un mayor acceso del público a la información sobre presupuestos, ingresos y gastos.


Para los países de mayores ingresos
- Combinar el aumento de ayuda al desarrollo con el apoyo de las reformas lideradas por los países recipientes.
- Reducir la modalidad de ayuda financiera que obliga al país recipiente a contratar servicios del país donante (tied aid) y que limita las oportunidades locales y la identificación con los programas de asistencia.


Para todos los países
- Promover una fuerte coordinación entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para aumentar la eficiencia y sustentabilidad en la lucha contra la corrupción y por el buen gobierno.
- Ratificar, implementar y monitorear las convenciones anticorrupción existentes en todos los países para establecer normas internacionales. Entre ellas, la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, la Convención Anti-soborno de la OCDE, y las convenciones regionales de la Unión Africana y de la Organización de los Estados Americanos.

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Nota a los Editores

El Indice de Percepción de la Corrupción de TI es una encuesta compuesta, que refleja las percepciones de empresarios y analistas de distintos países, ya sea que residan en ellos o no. Se basa en 16 encuestas de 10 instituciones diferentes. Para que un país sea incluido, debe participar en al menos tres de las encuestas. Por lo tanto, algunos países –incluyendo algunos de los que estarían entre los más corruptos– no están incluidos debido a la falta de datos disponibles. El Indice de Percepción de la Corrupción proporciona un panorama inmediato, con poca capacidad de ofrecer tendencias anuales. Sin embargo, algunas comparaciones temporales para el IPC han sido analizadas por primera vez este año por el Profesor Johann Graf Lambsdorff de la Universidad de Passau en Alemania.Un grupo de especialistas internacionales asesora a TI respecto del IPC. El trabajo estadístico sobre el Indice fue coordinado por el Profesor Graf Lambsdorff.Más detalles disponibles en:www.transparency.org/surveys/index.html#cpi

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