lunes, octubre 02, 2006

China perdería casi un tercio de su crecimiento si se incluyera la degradación ambiental

The Wall Street Journal

October 2, 2006 4:05 a.m.
Por Jane Spencer

HONG KONG—Según los parámetros habituales, la economía de China crece
a un ritmo del 11% anual. Sin embargo, un inusual informe del gobierno
chino sugiere que el crecimiento podría no ser tan maravilloso como
parece.
Hace unos días, el gobierno publicó los resultados de un estudio sobre
"contabilidad medioambiental", cuya conclusión es que los crecientes
problemas de contaminación del país ponen en peligro el crecimiento
económico a largo plazo. Según el informe, la contaminación le costó
al país US$64.000 millones en 2004, el equivalente a tres puntos
porcentuales de crecimiento económico. El informe sugiere que la
"verdadera" tasa de crecimiento de China en 2004 habría sido de cerca
de 7% (frente al 10% oficial) si se hubieran incluido los costos
medioambientales.
Las cifras del denominado "PIB verde" forman parte de un proyecto de
largo plazo del gobierno de China para medir el impacto económico de
la contaminación, y podría significar un cambio de estrategia para un
gobierno que ha fomentado un crecimiento desmesurado como clave para
la estabilidad social.
El informe fue encabezado por Pan Yue, subdirector de la agencia
medioambiental del gobierno. Pan es uno de los funcionarios que más
está haciendo para que las cuestiones ambientales ocupen un lugar
prioritario en la agenda nacional. El concepto de "PIB verde" también
ha sido adoptado por otros líderes políticos, entre ellos el
presidente del país, Hu Jintao, quien ha hecho del "desarrollo
sostenible" un tema clave de sus discursos este año.
El informe llega en un momento en el que los problemas
medioambientales de China, entre ellos la contaminación del aire y el
agua y la lluvia ácida, se están acumulando. La Academia China de
Planificación Ambiental calcula que 400.000 personas mueren cada año
en China a causa de enfermedades relacionadas con la polución.
Alrededor de 300 millones de chinos no tienen acceso a agua potable,
en parte por culpa de la contaminación provocada por las fábricas. El
gobierno central se comprometió recientemente a invertir US$125.000
millones para atacar el problema.
El "PIB verde" es una parte de la economía ambiental, un creciente
campo académico cuyo objetivo es aplicar rigurosos métodos de
contabilidad a los problemas ambientales. Los "economistas verdes"
creen que los métodos tradicionales de medir el crecimiento
—especialmente el PIB— son una manera rudimentaria de medir la salud
general de la economía, y su trabajo, aunque polémico, está atrayendo
el interés de organizaciones como el Banco Mundial, la Escuela de
Negocios de la Universidad de Columbia y el Foro Económico Mundial.
Mientras el PIB mide el valor de mercado de los bienes y servicios
producidos en un país cada año, no tiene en cuenta el hecho de que un
país puede estar impulsando dicha expansión con la contaminación y la
destrucción de sus recursos naturales.
De hecho, los métodos tradicionales de calcular el PIB hacen que la
destrucción del medio ambiente parezca algo bueno para la economía. Si
una industria contamina en el proceso de fabricación de productos y el
gobierno paga para solucionar el problema, ambas actividades se
agregan al PIB. El informe calcula que China necesitaría una inversión
directa de alrededor de US$136.000 millones, casi el 7% del PIB, para
limpiar toda la polución que se vertió en el aire, el agua y el suelo
en 2004.
Los economistas ambientales tienen la esperanza de que un análisis
económico serio de los problemas de contaminación ayudará a que la
causa por proteger el medio ambiente sea más difícil de rechazar. La
idea básica del "PIB verde" es descontar del PIB los costos asociados
a la degradación ambiental. "Si un país vive por encima de sus
posibilidades, malgastando su capital natural, a uno le gustaría que
eso estuviera reflejado en sus informes nacionales de ingresos, si es
que uno cree que esos informes deben ser una medida de largo plazo del
bienestar de una economía", opina Robert Stavins, profesor de negocios
y gobierno en la Universidad de Harvard y director de su creciente
programa de economía medioambiental. "No se trata de una visión
informal e izquierdista de la economía", afirma Stavins. "Es economía
rigurosa aplicada a difíciles e importantes problemas sociales en el
área del medio ambiente".

No hay comentarios.: