lunes, septiembre 19, 2005

La Jornada
Relativo, el boom de ONG a partir de 85: investigadores
Más de 300 grupos ya existían, revela estudio de la UNAM

http://www.jornada.unam.mx/2005/09/19/046n1cap.php

por VICTOR BALLINAS

Nadie hablaba de sociedad civil antes de 1985, aseguran especialistas


El coordinador del programa interdisciplinario de estudios del tercer sector de El Colegio Mexiquense, Alejandro Natal, cuestiona que los sismos de 1985 en el Distrito Federal hayan provocado un boom de organizaciones civiles. "Lo que sucedió es que cobraron mayor visibilidad. Nos dimos cuenta de la enorme capacidad de asociación de la sociedad mexicana".
Antes de los sismos de 1985 en el Distrito Federal, "nadie hablaba de sociedad civil. Existía en la teoría, pero los sismos nos obligan a decir qué es esto que sale a la calle, se organiza y hace cosas. ¡Ah, pues eso es la sociedad civil! De la que el PAN se preguntaba, ¿Quién es esa señora llamada sociedad civil, que nadie conoce? Y que incluso caracterizaba como 'una señora de la sociedad civil que salía a dar caridad'", señala el investigador.


Ante la devastación que dejaron los sismos de 1985 en varias colonias del Distrito Federal, entre ellas, Tlatelolco, Roma, Centro, Doctores y Morelos, "lo que vimos -abunda Natal- fue que el único actor fue la sociedad civil que rebasó al Ejército Mexicano y al gobierno que no pudo hacer frente de inmediato a la desgracia".

El investigador de El Colegio Mexiquense agrega: "lo que provocaron los sismos fue que la sociedad se hiciera más consciente del enorme potencial, de los logros que podía obtener si se organizaba. Un ejemplo de ello lo constituyó la reconstrucción".

Los sismos fueron un catalizador para que más organizaciones se formalizaran. "Sí es cierto que surgieron muchas para atender el problema inmediato de la vivienda, para ubicar a los damnificados, que después se transformaron en movimientos de barrios, de vecindades", apunta Natal.

Es indudable, añade, que el germen ya estaba, ya había mucha capacidad organizativa, en los pueblos había organizaciones que no tenían nombre pero hacían trabajo colectivo, organizaban fiestas o trabajan para realizar obras en favor de su comunidad; ya existían las organizaciones vecinales, ya se habían desarrollado grandes movimientos gremiales como el ferrocarrilerro, el magisterial, el de los médicos, el estudiantil -1968 y 1971-, como antecedentes.

Natal asevera: "lo que sucedió en el 85 es que un grupo de ciudadanos afectados o preocupados por el interés público, los damnificados, se aliaron para resolver su problema inmediato; una vez que lo lograron, medianamente, porque no se resolvió de fondo el problema habitacional, quedó la experiencia organizativa, buscaron nuevas opciones. Unos transforman sus organizaciones, otros desaparecen, y también surgen muchas, cientos, miles de organizaciones".

Después del problema de destrucción y desolación que dejaron los sismos, para 1988 las organizaciones ya se encontraban trabajando en dos grandes rubros, la democracia y los derechos humanos. "Ahí están Alianza Cívica, Convergencia por la Democracia, Poder Ciudadano, entre otras. Ya estaba el Frente Auténtico del Trabajo (FAT)", precisa el investigador.
Surgieron y se potenciaron movimientos como el del medio ambiente. Algunos ya existían desde tiempos del regente Carlos Hank González, que se opusieron a los ejes viales; también estaba el movimiento de los viveros de Coyoacán, que empezó a tejer relaciones con los petroleros de Tabasco. En suma, la lucha de las organizaciones no gubernamentales, civiles y sociales provocó o empujó la creación del Instituto Federal Electoral, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y trabajaron por la alternancia.

El número de las organizaciones es impreciso, no hay un padrón donde estén todas: el Centro Mexicano para la Filantropía habla de 10 mil 200 organizaciones, incluidas las sociales y civiles. El Consejo Nacional o Federación de Organizaciones Sociales -cooptado por el PRI- habla de que son 60 mil, asevera Natal.

Por su parte, el investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Fernando Pliego, destaca que "en una investigación que realizamos sobre el panorama de las organizaciones no gubernamentales (ONG) en la ciudad de México entrevistamos a 647 dirigentes y nos dimos cuenta de que la mitad de ellas son anteriores a los sismos de 1985".
"Detectamos", abunda el investigador, "que sólo 10 por ciento de las organizaciones de la ciudad de México trabajaba en temas nuevos: derechos humanos, derechos políticos, medio ambiente, solidaridad con otros pueblos, pero los temas de mujeres, niños, tercera edad -ancianos-, indígenas, eran ya viejos, por eso el enunciado que dice que a partir de los sismos de 1985 hay un boom de organizaciones es muy relativo; hay organizaciones muy antiguas y otras nuevas."

La investigación de Pliego revela que "un alto porcentaje de organizaciones, más de la mitad, surgieron o tuvieron inspiración en la Iglesia católica. Incluso, aquí en la ciudad, hay 7 mil grupos parroquiales. Otro tema importante es que discutieron si eran organizaciones no gubernamentales o asociaciones civiles, y las Instituciones de Asistencia Privada son más modernas".

El parteaguas y el famoso boom son "verdaderos" en algunos aspectos, pero en otros son de continuidad. Se trata de movimientos que ya se venían gestando desde antes, y los sismos de 1985, lo que hicieron fue impulsar su fortalecimiento; una buena parte de ellas no se explica por el 85, sino que eran organizaciones que se constituyen años antes; ahí estan Copevi, Casa y Ciudad, entre otras.

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