martes, agosto 29, 2006

La nueva cruzada educativa del fundador de Domino's

The Wall Street Journal
August 29, 2006 4:05 a.m.
Por Naomi Schaefer Riley

"Llevar a tantas personas al cielo como sea posible". Esta es la meta, poco modesta, de Tom Monaghan, el fundador de la cadena estadounidense de comida rápida Domino's Pizza. Desde que vendió su imperio de pizzas en 1998 por cerca de US$1.000 millones, Monaghan ha dedicado su vida a la filantropía. Este hombre pulcro y de voz suave explicó su "filosofía de entrega" a The Wall Street Journal.

"¿Cómo se lleva a la gente al cielo?" se pregunta retóricamente. "Ayudando a la Iglesia Católica. Y, ¿cuál es la mejor forma de hacer eso? La educación superior".

Esta clase de discurso hace que mucha gente, incluyendo muchos católicos, se sienta incómoda. Ya sea por la idea de que una persona puede dirigir el destino final de otra, o que la educación temporal debe ser usada explícitamente para tal propósito, la filosofía y generosidad de Monaghan han atraído mucha atención.

El magnate de las pizzas nunca se graduó de la universidad, sino que compró, junto con su hermano, una pequeña pizzería llamada DomiNick's, en Michigan. Finalmente, le dio a su hermano un escarabajo Volkswagen a cambio de su participación en la compañía, que luego se convirtió en un imperio.

Monaghan comenzó su labor filantrópica creando dos escuelas primarias. "Uno le entrega a los niños la fe y ellos la guardan de por vida", dice. Pero "el problema es que uno sólo puede construir un número limitado de escuelas antes de que se acabe el dinero".

Por otra parte, continúa, "si puedo enseñar a un director, puedo tener impacto sobre todo un colegio. Puedo hacer eso en una universidad. Puedo enseñar a miles de administradores escolares, miles de profesores de catecismo, proveer miles de vocaciones para el sacerdocio y la vida religiosa".

Así fue como nació la idea de la Universidad Ave María. Pero teniendo en cuenta que en Estados Unidos hay 200 universidades católicas, cabe preguntarse: ¿Para qué otra? Monaghan argumenta que incluso los hijos de familias muy católicas tienden a perder su fe cuando van a la universidad, haciendo referencia a los datos de un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles que muestra que después de asistir a una universidad católica, los estudiantes tienden a aprobar más el aborto, el matrimonio homosexual y el sexo prematrimonial, además de rezar menos.

Monaghan comenzó su proyecto universitario en 1998. La idea era "tener una combinación de los más altos estándares académicos y los más altos estándares espirituales". Espera que eso "prepare a los alumnos no sólo para este mundo sino también para el siguiente".

La siguiente fase empezó en 2000, cuando se abrió la escuela de leyes de la universidad. Monaghan calcula que invirtió unos US$69 millones en la escuela y asegura que ha observado resultados muy prometedores.

Sin embargo, su verdadero sueño era construir todo un complejo universitario en Domino's Farms, las 110 hectáreas de tierra que Monaghan tiene en Ann Arbor, Michigan.

Pero en 2002 las autoridades de la ciudad decidieron que no cambiarían sus leyes de planificación urbana para acomodar el proyecto. Además, el apoyo abierto de Monaghan a los grupos antiabortistas y su propuesta de construir un crucifijo de 76 metros a la salida de una gran autopista, hicieron que no fuera muy popular en los alrededores.

Así que decidió buscar una alternativa. En 2002 cerró un acuerdo para construir un campus universitario para 5.000 estudiantes en Florida. Con unos US$50 millones adicionales, Monaghan también planea inaugurar para fines de 2007 una ciudad adyacente que se llamará Ave María Town.

La Universidad Ave María, que se mudará a su nueva sede el próximo año, tiene actualmente unos 400 estudiantes. Cerca de un tercio de los 150 hombres considera el camino del sacerdocio.

Monaghan no ve mucha diferencia entre este proyecto y su anterior trabajo: la educación superior es en un "90% como los negocios", asegura. Para lidiar con el 10% restante, ha recurrido a la ayuda de administradores de educación superior.

Autoridades de EE.UU. investigan a BP

The Wall Street Journal
August 29, 2006 4:05 a.m.
Por John Wilke, en Washington, Ann Davis, en Houston, y Chip Cummins, en Londres



Investigadores del gobierno estadounidense están examinando una posible manipulación en los mercados de petróleo crudo y gasolina sin plomo por parte de British Petroleum PLC, un reflejo de la creciente presión de los reguladores sobre el gigante energético británico.

La Comisión de Transacción de Bienes Básicos (CFTC por sus iniciales en inglés), una agencia del gobierno estadounidense, ha enviado citaciones judiciales a BP, cuyos ejecutivos también deberán comparecer ante el Congreso la semana entrante para dar explicaciones sobre sus operaciones en Alaska, y a los corredores de energía en la pesquisa acerca del crudo. La investigación se centra en una posible manipulación del vasto mercado global de energía al contado en 2003 y 2004, según abogados y operadores con conocimiento de la investigación civil.

Una investigación separada, relacionada con el mercado de gasolina, se ha desarrollado durante más de un año e incluye una investigación criminal del Departamento de Justicia. La investigación examina las trans- acciones de un día de 2002 en el New York Mercantile Exchange, añaden las fuentes.

En la investigación sobre el mercado del crudo, el gobierno examina, entre otros temas, si BP usó información acerca de sus oleoductos y depósitos de almacenamiento en un punto crucial de su sistema de distribución, en Cushing, Oklahoma, para influir en los precios de referencia. No se ha formulado ninguna acusación contra BP en la investigación del mercado de petróleo, y muchas de estas acciones legales concluyen sin la presentación de cargos civiles o criminales.

Sin ir más lejos, una investigación anterior de la CFTC en las operaciones de BP en el mercado de petróleo concluyó sin la formulación de cargos. En 2003, BP pagó US$2,5 millones en un acuerdo con el New York Mercantile Exchange para resolver las acusaciones de transacciones indebidas.
Acuerdos sin detalles

BP resolvió tales conflictos sin admitir ni desmentir el haber obrado mal. La compañía británica y la bolsa neoyorquina nunca revelaron la naturaleza específica de las operaciones.

Un portavoz de BP en Gran Bretaña dijo que "estamos al tanto de la investigación realizada por las autoridades (de EE.UU.) y estamos prestando toda nuestra colaboración". El vocero no dio más detalles sobre la naturaleza de la pesquisa. Fuentes de otras firmas dijeron que los operadores habían recibido solicitudes de información de la CFTC, lo que sugiere que la investigación va más allá de BP. Un vocero de la CFTC declinó comentar al respecto, diciendo que la agencia no confirma ni niega la existencia de la investigación.

BP maneja una de las mayores y más sofisticadas operaciones de petróleo. Además de negociar crudo y gas físico para sus clientes, la empresa es parte del vasto mercado de futuros de energía y ofrece servicios de gestión de riesgo a los productores y proveedores de energía, refinerías, navieras y otras empresas. Sus acciones pueden afectar el precio mundial del crudo, el gas natural, la gasolina, el propano y los plásticos empleados en varios sectores de la economía global.

El mercado petrolero es inmenso. Barclays Capital estimó recientemente, que el valor nominal anual del mercado en unos US$40 billones.

lunes, agosto 28, 2006

Estado y empresas sacan mala nota en responsabilidad social

Lunes, 28 de Agosto de 2006 Economía y Negocios, El Mercurio
MARÍA DE LOS ÁNGELES NAUDON

La gran tarea pendiente de privados es mejorar las condiciones laborales, mientras que la del Estado es fiscalizar más y hacer cumplir la ley.

Aunque la gran mayoría de los chilenos no tiene muy claro los alcances del concepto de responsabilidad social, al momento de evaluar el comportamiento de las empresas, del Estado y de las organizaciones civiles, los resultados son decidores.


Al ponerle nota al cumplimiento de la responsabilidad social por parte de esos actores, las empresas y el Estado reciben nota "roja", según los datos de una encuesta realizada por Fundación ProHumana y Adimark (ver ficha técnica**).

En efecto, ambos estamentos obtuvieron más de 45% de sus calificaciones con nota entre 1 y 4, dentro de una escala en que 1 era pésimo y 7 excelente. Al analizar el resto de las evaluaciones, se puede observar que el 15% de las calificaciones que se le hicieron al Estado en la materia fueron con nota entre 6 y 7. Mientras que las empresas sólo obtuvieron el 9% de sus calificaciones dentro de este rango.

Pese a todo, ambos porcentajes contrastan con el 75% de notas entre 6 y 7 que obtuvieron las organizaciones civiles en el cumplimiento de la responsabilidad social. Para llegar a este análisis se tomó como base la definición de responsabilidad social como "las acciones de las organizaciones y empresas para ayudar al país", y además se hicieron consultas en una serie de dimensiones como responsabilidad social, cuidado del medio ambiente, comportamiento ético, inclusión de todo tipo de personas, ayuda a la comunidad, buenas condiciones laborales y entrega de información.

En estas dimensiones, los resultados de las empresas no fueron precisamente alentadores. En todas las dimensiones consultadas, los resultados negativos (notas de 1 a 4) fueron superiores a los regulares y buenos. La evaluación más baja la obtuvieron las empresas en cuidado del medio ambiente y comportamiento ético. Como contrapartida, sus mejores resultados los obtuvieron en las buenas condiciones laborales (46% entre 5 y 7) y en incluir a todo tipo de personas (45,1% entre 5 y 7).

El Estado, en tanto, recibió una baja evaluación en el cuidado al medio ambiente y una puntuación muy baja en las condiciones laborales. Según los responsables del estudio, esto último podría significar que la ciudadanía esté viendo al Estado como "un empleador de baja calidad y responsabilidad social".

Lo que falta

Más allá de los resultados obtenidos por cada sector, uno de los puntos más importantes del estudio de ProHumana y Adimark son las acciones que la ciudadanía observa como temas pendientes en materia de responsabilidad social.

A las empresas se les pide principalmente una mayor preocupación por los trabajadores y una mejora de sus condiciones de trabajo, además de tener un rol más activo en materia de acciones en favor de la comunidad y de ayuda social. Al Estado se le pide, en primer lugar, fiscalizar, cumplir, mejorar y crear nuevas leyes, además de una preocupación más real por la gente, mayor transparencia y menos corrupción.

Y aunque las organizaciones de la sociedad civil están, en general, mejor evaluadas que las empresas y el Estado, también se les exige que mejoren su gestión y se preocupen más de la gente.


**Ficha técnica
La encuesta fue realizada entre el 23 de junio y el 18 de julio a un total de 892 personas, hombres y mujeres, de entre 15 y 70 años de los grupos socioeconómicos ABC1, C2 y C3, residentes en las ciudades de Santiago, Antofagasta, Viña del Mar, Valparaíso, Concepción y Talcahuano.El margen de error para el total de la muestra es de +/- 3,3%.

El legado de Koizumi: la economía saneada y un nuevo modelo de liderazgo en Japón

THE WALL STREET JOURNAL

August 28, 2006 4:05 a.m.
Por Sebastian Moffett

TOKIO—Cinco años después de asumir como primer ministro de una economía estancada, Junichiro Koizumi se prepara para dejar como legado un país diferente.
Japón, una ex estrella económica que lamentaba su decreciente influencia internacional, se ha transformado en una sorprendente historia de recuperación. Los rascacielos y centros comerciales que surgen por todos lados son testigos de ello.

Koizumi se convirtió en uno de los líderes más influyentes en la historia moderna japonesa y su impacto probablemente perdurará, porque ha creado un modelo sobre cómo centralizar el poder y movilizar a la opinión pública.

Cuando Koizumi llegó al poder en 2001, el sistema financiero estaba agobiado por los préstamos incobrables, perjudicando la economía del país.

Los primeros ministros anteriores temían que adoptar medidas duras podría llevar a las firmas débiles a la quiebra. Koizumi ordenó un saneamiento. Sus antecesores mantuvieron el gasto público para intentar impulsar la economía, a pesar de que la deuda nacional se disparaba. Él lo recortó, privatizó el banco estatal y la compañía de seguros de vida que gestionaba la oficina de correos, liberando activos por más de US$3 billones.

Una combinación de agallas, obstinación y lo imprevisible de sus reacciones convirtieron a Koizumi en una figura amada y odiada en el extranjero, un contraste con anteriores líderes japoneses quienes pasaron prácticamente desapercibidos.

En septiembre, Koizumi abandona el puesto. Los candidatos para sucederlo, incluso el favorito Shinzo Abe, carecen de su celo. Algunos legisladores del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) estarán encantados de regresar a los días del gasto libre y los primeros ministros débiles.

Pero Japón probablemente no regresará a las viejas costumbres. Los cambios de los años 90 allanaron el camino para el ejecutivo fuerte en que se transformó Koizumi. Las nuevas normas electorales fomentaron un sistema de dos partidos y debilitaron algunas facciones del partido gobernante que dificultaban la legislación. El cargo de primer ministro ganó un potente foro para establecer prioridades nacionales.

Koizumi explotó estas herramientas hasta el extremo, y al público le encantó. Su victoria en las
elecciones generales de septiembre de 2005 fue abrumadora. Los futuros primeros ministros a quienes les gustaría emular a los líderes pasivos y sin carisma del pasado, se arriesgan a ser desbancados por alguien que ofrezca el estilo dinámico de Koizumi. Más que proporcionar a Japón cinco años estimulantes, Koizumi ha brindado un nuevo modelo de liderazgo.

Todos estos cambios no son bien vistos por algunos japoneses. El viejo sistema de consenso, en su opinión, creaba una sociedad más justa. Se ha acusado a Koizumi de fomentar un sistema donde unos pocos inversionistas y empresarios de las grandes ciudades consiguen riquezas al estilo estadounidense, mientras los pobres, los ancianos y la población rural son víctimas de los recortes de presupuesto y la negligencia. Otros dicen que el primer ministro recibió demasiado crédito por una mejora económica que se produjo gracias al esfuerzo del sector privado.

Aun así, un liderazgo firme brindará a Japón una mejor oportunidad para enfrentar sus enormes dificultades, como el envejecimiento de la población y una deuda nacional que supera los US$7 billones. El éxito significa que la segunda economía más grande del mundo después de la de Estados Unidos podría proporcionar más ímpetu al crecimiento mundial. La reciente reactivación de Japón ya ha producido un auge récord de las importaciones.

Koizumi bautizó a sus enemigos, los legisladores que se resistían a los cambios, como "las fuerzas de la resistencia". Mientras se acercaba a su último año en el poder, este amante de las óperas de Richard Wagner combatió lo que llamó la batalla decisiva contra estas fuerzas.

El tema elegido fue la privatización de la oficina postal, que también operaba como un banco y una aseguradora de vida. Alrededor de la cuarta parte de los US$13 billones de los activos domésticos de Japón estaban en cuentas de ahorro y seguros de vida de la oficina de correos.

Este dinero se prestaba a empresa que cotizan en bolsa y financiaba el gasto con fines electorales.

En 2005, introdujo leyes para la privatización y amenazó con disolver el parlamento si no se aprobaban. Muchos legisladores del PLD se opusieron, temiendo que la privatización cortaría el flujo de dinero hacia sus distritos. Pensaron que Koizumi no cumpliría su amenaza. Por culpa de los desertores del PLD, en agosto de 2005 la ley no fue aprobada. Koizumi convocó a elecciones, describiendo el voto como un referéndum sobre la privatización. Obtuvo una victoria arrolladora. Un mes más tarde, el proyecto de ley para privatizar el correo fue aprobado.

martes, agosto 22, 2006

THE WALL STREET JOURNAL
Wal-Mart descubre que las iniciativas ecológicas pueden ser rentables

August 22, 2006 4:05 a.m.
Por Ann Zimmerman

Cuando los ejecutivos de Wal-Mart Stores Inc. se dieron cuenta de que se podía ganar dinero con las iniciativas verdes, sus esfuerzos despegaron: la compañía espera reducir sus desechos sólidos un 25% en los próximos tres años en al menos 4.000 tiendas en Estados Unidos.

En noviembre del año pasado, el presidente ejecutivo de Wal-Mart, Lee Scott, se comprometió a invertir US$500 millones para reducir la "huella de carbono" de la compañía, es decir, su consumo de energía, las emisiones de gases invernadero y la producción de desechos sólidos. Sin embargo, para que estas iniciativas verdes tuvieran éxito, debían ser adoptadas por ejecutivos muy por debajo de Scott que también habían pasado sus carreras reduciendo gastos, no persiguiendo objetivos sociales.

David Redfield, vicepresidente de marketing de Sam's Club, una filial de la compañía, no estaba entusiasmado al principio sobre el interés de Wal-Mart en tratar de salvar el planeta.
"Al principio pensamos que esto era para salvar a las ballenas y los árboles", dice. "Después empezamos a mirar de cerca cuáles eran los componentes de la basura, cuánto nos costaba y cuánto podíamos ahorrar, y el proyecto tomó vida propia".

Redfield está a cargo del programa de reducción de desechos sólidos, y espera alcanzar su meta antes de la fecha acordada. A largo plazo, el objetivo de las tiendas es no volcar más desechos en los basureros. Actualmente, la minorista produce más de 1,4 millones de toneladas de basura al año.

Con su equipo, Redfield trata de ir más allá de los programas que reúnen basura para después venderla en centros de reciclaje. Wal-Mart busca transformar sus desechos en un ciclo de materias primas para sus proveedores, un proceso conocido como reciclaje en circuito cerrado.

Por ejemplo, la compañía vende ahora su papel usado a la empresa de productos envasados Georgia-Pacific Corp. Una semana o dos más tarde, el papel usado vuelve a Wal-Mart para ser vendido como rollos de papel higiénico o toallas de cocina. El programa se puso a prueba en 21 tiendas de la ciudad de Tulsa, Oklahoma, y dentro de un año debería funcionar en todas las sucursales de la cadena, dice Redfield. La compañía también está cerca de encontrar una solución "de alta rentabilidad" para los cientos de kilos de perchas de plástico que sus tiendas desechan cada semana.

Matt Hale, director de la oficina de desechos sólidos de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, del gobierno de EE.UU., dice: "Wal-Mart está haciendo un trabajo importante en la reducción de desperdicios y en la conservación. Hizo una revisión total de sus operaciones, desde una perspectiva sustentable, y se fijó en ciertas áreas donde podía ahorrar recursos y reducir desechos. Es un esfuerzo valioso, pero no es el único".

La cadena minorista Target Corp., por ejemplo, recicla más de 300 millones de perchas de plástico cada año, devolviéndolas a sus proveedores.

De momento, las iniciativas de reciclaje de Wal-Mart están lejos de recuperar su inversión de US$500 millones, pero algunas de ellas son rentables de manera individual. Por ejemplo, en los últimos meses, la compañía instaló una compactadora en sus tiendas y centros de distribución para recolectar y reciclar el plástico usado en el embalaje y las bolsas que se dan a los clientes, que hasta ahora se tiraban a la basura. Ahora Wal-Mart se lo vende a las recicladoras. La compañía espera que el programa aporte US$28 millones a sus ganancias. Entre febrero y junio, la empresa recicló más de 7.000 toneladas de plástico.

Pero Wal-Mart todavía no se ha ocupado de su mayor fuente de desperdicios: la comida. Es mucho más barato arrojarla al basurero que transformarla en materia orgánica, por ejemplo, mediante el compost.

"La pregunta es cómo llevar el material desde un punto A hasta un punto B sin incurrir en enormes costos de transporte", dice Redfield. "Este es uno de los obstáculos más grandes que enfrentamos. Todavía no tenemos la solución, pero algún día la encontraremos".

jueves, agosto 03, 2006

TORMO.COM

La Responsabilidad Social, cada día más presente en las empresas

Muchas empresas españolas ya han comenzado a tener en cuenta esta nueva acción sobre todo en el orden social. La Responsabilidad Social Corporativa es un término que cada día se tiene más en cuenta en la actividad empresarial en el ámbito mundial. En muy poco tiempo, las empresas se han vuelto sensibles a la importancia de esta área con un importante peso en nuestro país. El modelo de la franquicia también ocupa un lugar protagonista en esta joven iniciativa en España, pero que está marcando un ritmo realmente interesante.


Se podría comenzar resumiendo el concepto que engloba esta nueva acción social con la siguiente afirmación: “se está pasando rápidamente de la filantropía a la estrategia”. Significa que las empresas empiezan a percibir los beneficios que tiene un buen plan social y que este no debe reducirse a apoyar una causa social en un periodo de tiempo determinado sino que los auténticos réditos se obtienen cuando el programa es continuado y crea realmente una filosofía empresarial.

La Responsabilidad empresarial, que lleva fraguándose ya un tiempo entre nuestras fronteras, ha llevado a un buen número de franquicias a acometer planes de acción social que les permite devolver a la sociedad parte de los beneficios que ésta les aporta.

A nivel internacional, la principal referente de las enseñas y de las más experimentadas en este ámbito es la multinacional norteamericana McDonald´s. Su fundación, que abrió la primera casa Ronald McDonald hace más de 30 años, ha evolucionado de forma considerable. Actualmente 213 casas Ronald McDonald operan en todo el mundo y están destinadas a niños que, junto con sus familias, han de trasladarse lejos de su residencia habitual para recibir tratamiento médico de larga duración. En España la casa que existe desde 1997 está ubicada en Vall de Hebron, en la provincia de Barcelona.

Otra cadena de origen norteamericano con especial sensibilidad por estos temas es la cadena de heladerías Ben & Jerry´s, que ha realizado una labor importante en EE.UU, donde invierte sobre un 7,5% de sus beneficios antes de impuestos a fines sociales. Aquí en España, aún está lejos de su matriz aunque colabora firmemente con determinadas asociaciones mediante recaudación de fondos y otras actividades. Asociaciones infantiles como Menudos Corazones, asociaciones de dicapacitados psíquicos o asociaciones enfocadas a la naturaleza como Adena son algunas de las actividades de RSC que ha llevado a cabo.

Siguiendo en el ámbito de las franquicias con una amplia experiencia en el orden internacional es The Body Shop. Esta cadena de productos de cosmética desarrolla diversos planes sociales desde hace varios años como los proyectos “Ayudar Comerciando”, centrados en el comercio justo con países del tercer mundo o su “Premio a los Derechos Humanos” que reconoce la labor a este nivel de los distintos proveedores con los que trabajan.

Pero España no se iba a quedar atrás en este apartado, aunque todavía le quede bastante camino por recorrer. Por ello, algunas empresas ya han tramitado algunas mejoras en su apartado de la Responsabilidad Social. Uno de los más claros referentes es la cadena de franquicias de mensajería MRW, que lleva desarrollando continuados planes de acción social desde 1993. Junto con Telefónica e Iberia ha sido considerada como una de las tres empresas mejor percibidas por sus programas de acción social.

El esfuerzo de MRW la ha llevado a desarrollar diversos planes de Responsabilidad Social, entendiendo por ésta la dedicación de sus recursos humanos, técnicos y/o financieros a proyectos de apoyo a personas en las áreas de asistencia social, salud, educación, medio ambiente, formación profesional y empleo. Son muchos las áreas que tocan estas ayudas a las que la empresa destina en torno a un 1,5% de su facturación.

Además, otra empresa de nuestro país inmersa en este tipo de iniciativas es Inditex, que ha anunciado recientemente la implantación de las medidas de conciliación de la vida laboral y familiar previstas en el Proyecto de Ley de Igualdad, y que tramita en estos momentos el Parlamento encaminadas a facilitar la conciliación de la vida personal y laboral.

Esta compañía considera que “la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores es un aspecto esencial de la responsabilidad social de las empresas”. Estas deben ser capaces de adaptar su regulación interna a la realidad social que les rodea.

Algunas de las medidas que contemplará este nuevo Proyecto de Ley serán la posibilidad de disfrutar de las vacaciones anuales fuera de los períodos de embarazo, parto, lactancia o del permiso por maternidad, incluso concluido el año natural; el permiso para que la madre acumule el permiso de lactancia en jornadas completas, la posibilidad de suspensión del contrato de trabajo por riesgo durante la lactancia natural de un menor de nueve meses o, entre otras, el reconocimiento del derecho del padre a disfrutar el permiso de maternidad en caso de fallecimiento de la madre, aunque ésta no realizara ningún trabajo.

En definitiva, se trata de cumplir, a través de la RSC, con la famosa norma de devolver a la sociedad parte de los beneficios que la sociedad nos reporta. La franquicia demuestra, una vez más, que puede estar a la cabeza de las pymes en temas de responsabilidad empresarial.